Los vecinos ya no saben qué hacer, cuando no se encuentran con que han roto el cristal de la puerta, se encuentran con que han rociado el portero automático y la cerradura con aceite. Otras veces incluso llegan más lejos y rocían toda la puerta con aguafuerte, lo que supone un verdadero riesgo para los vecinos o cualquier persona que quiera acceder al portal.